Durante semanas, el perro de la familia comenzó a gruñir todas las noches en la puerta del dormitorio de su hijo sin razón aparente. Preocupados, instalaron cámaras para ver qué estaba sucediendo. Las imágenes revelaron algo escalofriante: una figura oscura y sombría apareció cerca de la puerta, merodeando afuera de la habitación. El perro, agitado y protector, gruñó ferozmente, tratando de mantener a raya a la figura, pero nunca entró.
A la mañana siguiente, su hijo dormía pacíficamente, sin darse cuenta de la extraña presencia. Después de contactar a un investigador paranormal, la familia se enteró de que la casa tenía una historia inquietante de sucesos extraños. El perro, al parecer, había estado protegiendo a su hijo de una entidad invisible.
Aunque el gruñido continuó de manera intermitente, la familia se sintió más segura sabiendo que el perro estaba allí para proteger a su hijo de lo que sea que acechaba la habitación.