Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger llevan más de 30 años juntos, ambos forman uno de los matrimonios más estables en el mundo del espectáculo
Michael, Rodrigo y Guillermo Iglesias, los tres hijos menores de Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger, forman parte de una de las familias más icónicas del mundo del espectáculo. Sin embargo, a diferencia de su famoso padre y de algunos de sus hermanos mayores, los jóvenes han optado por llevar una vida discreta, alejada de los reflectores y el bullicio mediático.
Una vida cómoda, pero privada
Como herederos de una de las fortunas más importantes del entretenimiento, Michael, Rodrigo y Guillermo disfrutan de una existencia acomodada. Residencias de lujo, educación en prestigiosas instituciones internacionales y viajes exclusivos son parte de su día a día. A pesar de ello, la familia ha sido muy cuidadosa en mantener su privacidad, algo que Miranda Rijnsburger, su madre, ha protegido celosamente desde su nacimiento.
Pasión por el deporte y las artes
Aunque mantienen un perfil bajo, se sabe que los hermanos tienen intereses variados. Rodrigo, por ejemplo, ha destacado en el mundo del surf, compitiendo a nivel profesional en varios torneos. Michael y Guillermo, por su parte, han mostrado inclinaciones hacia las artes y los negocios, siguiendo el ejemplo de sus padres en términos de esfuerzo y dedicación.
Lejos de los escándalos
Uno de los aspectos que más caracteriza a los hijos menores de Julio Iglesias es su ausencia en los titulares por escándalos o polémicas. Este estilo de vida reservado contrasta con el de otros miembros de la familia Iglesias, lo que les ha permitido crecer en un ambiente más tranquilo y estable.
Herederos de un legado
Aunque aún son jóvenes, Michael, Rodrigo y Guillermo son los futuros custodios del legado de Julio Iglesias, tanto en términos artísticos como financieros. Sin embargo, por ahora, parece que prefieren centrarse en disfrutar de una juventud plena, lejos de la presión pública que conlleva su apellido.
La decisión de mantener un perfil bajo ha generado admiración entre quienes los siguen desde la distancia, resaltando que no solo disfrutan de privilegios, sino también de valores sólidos inculcados por sus padres.