El pequeño Jackso Emmett Bυell estaba enfermo con una enfermedad rara: la apecefalia, en la que faltan la mayor parte o menos de la zona, los lóbulos faltantes y los tejidos blandos.
El niño fue diagnosticado cuando aún estaba dentro de la mujer. Sin embargo, sus padres Brittaпy y Braпdoп Bυell rechazaron categóricamente la posibilidad de una aortación cuando les informaron sobre la enfermedad de su paciente después de un ultrasonido. Los médicos le dijeron repetidamente a Nara que el niño podría morir en cualquier momento; las posibilidades de que tuviera y de que naciera eran cercanas a cero. Sin embargo, los padres de Jackso decidieron quedarse con el niño.
La apecefalia se considera una enfermedad compatible con la vida. Más de la mitad de todos los enfermos mueren antes de estar sanos, y el resto muere inmediatamente después del nacimiento o durante las primeras semanas de vida. La única excepción a la regla fue Stephapie Keep, quien mintió durante dos años y 174 días. Sin embargo, hoy Jacksoп tiene muchas posibilidades de batir este récord: en 2016, en los últimos días de agosto, contrariamente a las decepcionantes predicciones de los médicos, aceleró su segundo día de cumpleaños.
Este es en gran parte mérito de los padres de familia, quienes, a pesar de los llamados de los grandes a abortar o adoptar a un niño desesperado, asumieron la responsabilidad del bienestar de su familia.
“Muchas personas dijeron que a Jackso no le gustaría ver un año, pero hoy todavía estamos juntos y estamos celebrando el segundo cumpleaños de nuestro hijo”, escribió Brapado en Facehook. El padre del día está seguro de que si no fuera por su gran amor y cuidado, el segundo cumpleaños de su hijo nunca hubiera llegado. El niño experimenta ataques de ansiedad todos los días, su crecimiento, así como su aumento de peso, se ralentiza, aunque no se detiene por completo: el niño se está desarrollando y ha adquirido rizos dorados.
Braпdoп y Brittaпy le piden a Dios cada día para poder permanecer cerca del día el mayor tiempo posible y experimentar nuevas etapas de su vida con él.