El tenista disfrutó de un paseo con su familia por Australia, donde confirmó que es un padrazo y se le cae la baba con su hijo
Será que el talento se hereda? Lo hemos visto triunfar sobre la pista infinidad de ocasiones, derrapar para alcanzar las bolas que se creían imposibles, derrumbarse ante las derrotas y alzar el puño con el grito de la victoria. Y levantar todos los trofeos existentes dentro del mundo del tenis. Podemos decir que Rafa Nadal ya es leyenda. Uno de los deportistas más internacionales y valorados de nuestro país, y, por encima de todo, un luchador y fiel amante del tenis.
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Rafa Nadal alcanzó su mayor premio cuando se convirtió en padre en octubre de 2022, junto a su mujer y compañera de vida, Mery Perelló. Desde entonces, han sido pocas las imágenes que hemos visto de la pequeña familia al completo, pero en estás últimas fotografías que publicó ¡HOLA! hace unas semanas, pudimos descubrir una faceta desconocida, a la vez que tierna, del tenista español. Acompañado, como siempre, de su mujer, Mery Perelló, y su hijo, además de su padre, Sebastián Nadal, las tres generaciones de Nadal salieron a dar un paseo por un parque cercano al hotel de Brisbane, en Australia, donde la familia se alojó durante su estancia en las antípodas. En las fotografías vemos a un Rafa muy humano, al que se le cae la baba con su pequeño, haciendo carantoñas y volcado con los juegos de su hijo, que ya ha cumplido los 15 meses y ha empezado a dar sus primeros pasos.
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Estas imágenes también nos dejaron momentos de lo más divertidos en las que vemos al hijo del tenista jugando con una raqueta de tamaño mini, y, mientras su padre lo cargaba en brazos, él iba golpeando todo lo que veía, incluida la cabeza del tenista. Esta imagen tan tierna y divertida convirtieron al rey del Roland Garros y a su hijo en el centro de las miradas de todos los presentes. Aún queda mucho para comprobarlo, pero…¿ha nacido una nueva estrella? Quién sabe si el pequeño Rafa seguirá los pasos de su padre sobre la pista, aunque si este fuera el caso, no hay duda de que contaría con el mejor mentor para convertirse en leyenda.
Después de 349 días alejado de las pistas, fue el pasado 2 de enero cuando Nadal volvió a empuñar la raqueta, en la competición en el ATP de Brisbane, como antesala del Open de Australia. No obstante, ha tenido que renunciar a participar en el primer Grand Slam de la temporada, debido a la dolencia que sufrió en el último partido que disputó en este torneo.