Después de un breve matrimonio con Ricardo Bofill, la hija de Isabel Preysler volvió a encontrar el amor con un discreto empresario estadounidense de origen mallorquín.

La historia de amor de la hija mayor de Isabel Preysler y Julio Iglesias es digna de una comedia romántica. Chábeli y Christian son la prueba de que encontrar el amor a la segunda es sinónimo de éxito, acaban de celebrar su aniversario número 23. La hermana de Tamara Falcó se casó por primera vez en el año 1993 con Ricardo Bofill Maggiora Vergano,​ hijo del arquitecto español Ricardo Bofill, un enlace breve, que terminó en divorcio tres años después. Ella misma declaró que tenían planes de vida muy diferentes, lo que hacía imposible la construcción de un proyecto de vida juntos.

Después de esto, la hermana de Enrique Iglesias se centró en su carrera televisiva, probó suerte como presentadora pero finalmente decidió que no era lo suyo. Chábeli, que había pasado toda su adolescencia en Miami se mudó a España con su madre y aquí estuvo durante muchos años, hasta que conoció al amor de su vida.

Cómo se conocieron Chábeli Iglesias y Christian Altaba

Como si de una comedia romántica se tratara, Chábeli y Christian se conocieron en un vuelo rumbo a Nueva York a principios del año 2001. Un empresario gestor de grandes patrimonios, nacido en Miami pero de ascendencia mallorquina. La relación entre ambos fue muy rápido, a finales de ese año la pareja se daba el ‘sí, quiero’ en una ceremonia íntima en su casa de Miami, donde finalmente se fueron a vivir. Poco tiempo después nacía su primer hijo, Alejandro, y después vendría Sofía.

Queriendo mantener el anonimato y la máxima discreción posible, la pareja se alejó de los focos y llevan una vida tranquila en Miami aunque hemos visto a Chabeli regresar a Madrid por una temporada para la grabación del programa ‘Los Iglesias. Hermanos a la obra’, junto a su hermano Julio José. Aunque su vida está junto a su familia, no descartamos volver a verla inmersa en algún proyecto que la traiga de nuevo a nuestro país, aunque solo sea por una temporada.