En The Longest Yard 2, Paul Crewe (Adam Sandler) regresa al mundo del fútbol carcelario, esta vez como mentor y entrenador de una nueva generación de reclusos. Años después de liderar a su equipo de reclusos inadaptados a la victoria contra los guardias, Crewe ha asumido su papel como figura motivadora, ayudando a los reclusos con problemas a canalizar su energía en el juego. Sin embargo, un nuevo director corrupto amenaza la estabilidad de la prisión al introducir un sistema de pago por juego que prioriza a los jugadores de élite sobre el trabajo en equipo.
Cuando el director anuncia un partido de alto riesgo entre el equipo actual de Crewe y un equipo de fútbol profesional patrocinado por la prisión, lo que está en juego se vuelve personal. Crewe debe reunir a su equipo de desvalidos, que inicialmente carecen de cohesión y habilidad, mientras enfrenta sus propias dudas sobre si todavía tiene lo necesario para inspirar a otros.