Es difícil creer que alguien abandone a su perro, y mucho menos a alguien que no puede ver.
Pero eso es lo que le pasó a Kanga, un golden retriever ciego que fue encontrado con su hermano en un campo cerca de Long Beach.
Los rescatistas notaron inmediatamente que Kanga no solo era ciego, sino que también tenía defectos congénitos en sus patas que le dificultaban caminar.
Los rescatistas creen que al dueño anterior de Kanga le pudo haber resultado demasiado difícil cuidarlo.
Afortunadamente para Kanga, fue acogido por el Golden Retriever Club of Greater Los Angeles (GRCGLA) Rescue.
Lo cuidaron mientras buscaban una familia permanente que pudiera cuidarlo adecuadamente. Un golden retriever cariñoso pasó un tiempo esperando ser adoptado, hasta que un día el perro especial encontró el hogar perfecto.